Alimentacion del adulto mayor
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Nutrición en el adulto mayor
La pirámide poblacional está cambiando a nivel mundial y Colombia no es la excepción. Esto quiere decir que cada vez hay más personas mayores de 65 años y la expectativa de vida en nuestro país está aumentando.
Desde el punto de vista nutricional, esta situación tiene unas consideraciones importantes ya que hay unos cambios específicos en este grupo de edad que merece una serie de recomendaciones.
Desde el nacimiento nuestros cuerpos están en proceso de envejecimiento, que se acelera a partir de la adultez.
Los cambios se presentan en la composición corporal donde hay disminución en la masa muscular, el agua corporal y un aumento de la grasa corporal, lo que condiciona una disminución en el metabolismo, entendido éste como el aprovechamiento de la energía.
También hay disminución en la producción de saliva que provoca cambios en el gusto y en los tipos de alimentos que se ingieren, llevando a las personas a comer menos. De igual manera, la pérdida del gusto y el olfato hace que las personas mayores tengan menos apetito y se encuentren en riesgo de desnutrición.
Otro factor agravante en las personas mayores, está definido por la necesidad de tomar múltiples medicamentos para enfermedades crónicas y estos también llegan a alterar el gusto produciendo pérdida del apetito.
El intestino se vuelve más lento, lo que dificulta la digestión de los alimentos apareciendo entonces el estreñimiento, la falta de una dentición sana hace inevitables las dietas blandas en estas personas, lo que puede llevar al bajo consumo de los nutrientes necesarios.
Teniendo en cuenta estos antecedentes, se recomienda una disminución en la cantidad de alimentos ingeridos, debido al enlentecimiento del metabolismo.
Se deben comer todos los tipos de nutrientes, llevar una alimentación saludable, baja en grasa, baja en azucares refinados, rica en fibra, cereales (harinas) integrales, incluir variedad de frutas y verduras, además de controlar las grasas de origen animal. Es muy importante para el metabolismo del calcio, el consumo de vitamina D, incluir las antioxidantes como la A, C y E.
Es importante tener hábitos saludables y mantenerlos durante toda la vida, esto incluye la realización de actividad física. Se debe estar alerta sobre los cambios de peso. Hay que buscar maneras de mejorar el apetito como la presentación de los alimentos, tener menús variados y buscar compañía a la hora de comer, ya que puede estimular la convivencia de las personas por medio de la comida y evitar la aparición de problemas nutricionales.
modificar.
Desde el punto de vista nutricional, esta situación tiene unas consideraciones importantes ya que hay unos cambios específicos en este grupo de edad que merece una serie de recomendaciones.
Desde el nacimiento nuestros cuerpos están en proceso de envejecimiento, que se acelera a partir de la adultez.
Los cambios se presentan en la composición corporal donde hay disminución en la masa muscular, el agua corporal y un aumento de la grasa corporal, lo que condiciona una disminución en el metabolismo, entendido éste como el aprovechamiento de la energía.
También hay disminución en la producción de saliva que provoca cambios en el gusto y en los tipos de alimentos que se ingieren, llevando a las personas a comer menos. De igual manera, la pérdida del gusto y el olfato hace que las personas mayores tengan menos apetito y se encuentren en riesgo de desnutrición.
Otro factor agravante en las personas mayores, está definido por la necesidad de tomar múltiples medicamentos para enfermedades crónicas y estos también llegan a alterar el gusto produciendo pérdida del apetito.
El intestino se vuelve más lento, lo que dificulta la digestión de los alimentos apareciendo entonces el estreñimiento, la falta de una dentición sana hace inevitables las dietas blandas en estas personas, lo que puede llevar al bajo consumo de los nutrientes necesarios.
Teniendo en cuenta estos antecedentes, se recomienda una disminución en la cantidad de alimentos ingeridos, debido al enlentecimiento del metabolismo.
Se deben comer todos los tipos de nutrientes, llevar una alimentación saludable, baja en grasa, baja en azucares refinados, rica en fibra, cereales (harinas) integrales, incluir variedad de frutas y verduras, además de controlar las grasas de origen animal. Es muy importante para el metabolismo del calcio, el consumo de vitamina D, incluir las antioxidantes como la A, C y E.
Es importante tener hábitos saludables y mantenerlos durante toda la vida, esto incluye la realización de actividad física. Se debe estar alerta sobre los cambios de peso. Hay que buscar maneras de mejorar el apetito como la presentación de los alimentos, tener menús variados y buscar compañía a la hora de comer, ya que puede estimular la convivencia de las personas por medio de la comida y evitar la aparición de problemas nutricionales.
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